Escojo ser feliz ¿y tú?

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La felicidad no es una condición, es una elección y yo definitivamente escojo ser feliz.

A pesar de esos golpes y soledades y tristezas que hacen flaquear al alma, yo escojo ser feliz.

Hace unas semanas me lastimaron, yo estaba muy ilusionada y entusiasmada, iba a participar en un evento, invité a mi familia a presenciarlo y al final, sin previo aviso me sacaron del evento. ¡Uy!, no sabía dónde meterme, al inicio, me daba mucha vergüenza con mi familia, los invité para que se sintieran orgullosos de mí y vieran qué estaba haciendo, a qué me estoy dedicando… Quería salir corriendo y esconderme, pero no pude, así que estando ahí decidí levantar la cabeza y reírme de mi situación y ahí me di cuenta que no hay nada mejor que estar rodeada del cariño de quienes te quieren mucho y te quieren bien para recibir esos golpes. Así se amortiguan más. Aunque reconozco que me dolió, es de esos golpes que además, me motivan a mejorar y a demostrar todo lo que valgo, es como la gasolina para sacar lo mejor de mí.

Cuando no sepas que hacer, ponte feliz. Ser feliz, vivir al máximo.

En el artículo Nunca Es Tarde Para Vivir La Vida Que Deseas te preguntaba ¿cuál es tu postura ante la vida, víctima o protagonista? Ya que estas posturas definirán tú habilidad de respuesta frente a las situaciones incómodas que te suceden en la vida, es decir, cómo te responsabilizas de las cosas (responsabilidad, en inglés se dice responsability una palabra compuesta de dos: response que significa respuesta y hability que se traduce como habilidad, entonces la responsabilidad es la habilidad para responder).

En la postura de Víctima nos quejamos todo el tiempo, evitamos nuestra responsabilidad, culpamos a la situación, las circunstancias y a los demás. Perdemos el ánimo, la motivación y las ganas de hacer las cosas. Vivimos en el pasado. En esta postura no nos hacemos responsables de las cosas y por lo tanto, no logramos los resultados que queremos.

En la postura de Protagonista encontramos el compromiso, las soluciones a los problemas y llevamos a cabo las acciones para lograr los resultados esperados. En lugar de ver obstáculos vemos o sacamos oportunidades. En esta postura nos hacemos responsables de las cosas

Son estas posturas también las que te harán o no escoger ser feliz, cuando el mundo te sucede es más fácil ser víctima, mientras que si tú le sucedes al mundo, seguramente tienes una postura de protagonista, de ponerte feliz, de escoger ser feliz.

La felicidad es una decisión que tenemos que tomar todos los días

No dejes que la vida te suceda, tú sucédele a la vida. Ser feliz, vivir al máximo.

En lo cotidiano, por la educación recibida tendemos a no hacer que la gente se haga responsable de sus actos, buscamos culpabilizar a los demás, a los maestros que me reprobaron, a la pareja, a nuestros padres, a las parejas de nuestros padres, etc. Por ejemplo, te voy a contar una anécdota que yo hacía con mi hermano cuando era pequeño, cuando se pegaba con algo o se caía al suelo, yo golpeaba al suelo con el pie y le decía: “malo no le pegues a mi hermano”, luego leí a Jorge Bucay, un psicoterapeuta argentino que cuenta que su tía hacía algo similar con su primo y me quedé helada al comprender que en el fondo de ese acto que por mi parte sólo buscaba consolar a mi hermano (y supongo que en el de la tía de Jorge también existía esa intención), lo que en realidad le estaba enseñando es que él no era responsable  de ser descuidado y aventarse al suelo (le encantaba estar en el) o de no fijarse por donde caminaba, sino lo era el suelo o el objeto con el que se había golpeado, cayendo o enseñándole que la culpa siempre la tiene el otro.

Éstas son el tipo de cosas con las que nos educan y que ayudan a que nuestra postura ante la viad sea de víctima, sin embargo, esto se puede cambiar.

Pero ¿cómo puedo pasar de la postura de víctima a protagonista?

Reconociendo que hemos cometido un error y con ello mejorando nuestra habilidad para aceptar la responsabilidad por nuestras acciones. Esto nos ayudará a ir transformando nuestra postura ante la vida.

¿Qué necesitas para reconocer tú responsabilidad?

Yo te sugiero lo siguiente:

  1. No eches culpas, deja de culpar a los demás de tus acciones, la vida NO te sucede, tú le sucedes.
  2. Evita hacer juicio (dar por hecho las cosas o acciones de las personas) PREGUNTA.
  3. Decide por ti, no dejes que los demás decidan por ti, eso te lleva a vivir una vida que los demás quieren no la que tú quieres para ti, Es tu vida, hazla espectacular, cómo si sólo tuvieras 1.
  4. Cumple lo que dices, haz que tú palabra sea valiosa, muy valiosa, habla con la verdad.
  5. Acepta tus errores, todos nos equivocamos y no pasa nada y no mientas.

Soy responsable de mi pensar, sentir y actuar, me guste o no los culpables no existen

Ahora te propongo que por esta semana, es decir de hoy a que se cumpla una semana, diario al despertar te propongas algo que quieres que te suceda como protagonista, por ejemplo te puedes proponer que no vas a dejar que nadie te haga enojar. Lo tienes que decir al despertar y también antes de dormir. Dítelo con convicción y cuando te veas al espejo. Y si quieres cuéntame cómo te fue con este ejercicio.

Te invito a que leas el artículo ¿realmente es tan malo? en él te cuento una historia respecto a la elección que hace cada quien sobre cómo reaccionar ante las cosas, te puedes enojar, o no. Y ese sufrimiento y dolor es una decisión que cada quien hace.

Cambiar de postura ante la vida es un proceso que requiere que entres en acción, que trabajes en ello para que suceda. Debes tenerte paciencia, esto no sucede de la noche a la mañana pero si te esfuerzas y trabajas en ello, sucederá, no dejes de perseverar y de esforzarte. Y disfruta el proceso, como un buen pescador.

Un buen pescador está allí, persistente, confiado, paciente, disfrutando del paisaje, sintiendo el tiempo, hasta que producto del esfuerzo, llega el momento. ¡Tal vez eso es la felicidad!

Pedro José Zepeda Martínez Tweet

El siguiente ejercicio puede que te ayude a ir siendo el protagonista de tus historias.

Escribe algo que te haya pasado en el que sientas o te hayas sentido víctima de la situación y explica por qué.

Ahora reescribe esta historia, pero incluyendo tu responsabilidad en dicha situación.

Si reconoces tú parte de responsabilidad en esa situación, obtienes aprendizaje se abren oportunidades.

 

Deja de esperar que algo o alguien te cambie la vida, ni la suerte ni alguien más pueden lograr que las cosas sucedan en tú vida, pero tú sí. ¡Vuélvete protagonista y escoge ser feliz! La felicidad es una elección y yo escojo ser feliz ¿y tú?
La felicidad es una elección. Escógela

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