Una de las razones por las que no salimos de la zona de confort es porque el miedo no nos deja. ¿Qué harías si te dijera que puedes salir de la zona de confort sin miedo? En este artículo te voy a enseñar cómo hacerlo.
Las mayores recompensas en la vida se encuentran fuera de su zona de confort. Vive con ello. El miedo y el riesgo son requisitos previos si quieres disfrutar de una vida de éxito y aventura
Quiero empezar por pedirte que pongas tus miedos sobre la mesa, y que tengas presente que los miedos son egocéntricos, pensamos que sólo me va a pasar a mí y NO, todo el mundo tiene miedos TODOS, la diferencia es que algunos hacen las cosas con miedo (los enfrentan y conquistan) y otros deciden no enfrentarlos y quedarse en la zona de confort.
Quiero pedirte que reflexiones y respondas ¿qué es lo peor que puede pasar de enfrentarte a tu(s) miedo(s)? ¿Qué es lo peor que puede pasar de no hacerlo?
Si respondiste que no hacerlo te mantiene en un lugar donde no eres feliz y que estás buscando salir de ahí, qué bien, este artículo es para ti te espera la vida que estás buscando.
Todo el progreso tiene lugar fuera de la zona de confort
¿Sabes que el 95% de nuestros pensamientos los dedicamos a cosas que nunca pasarán?
Nuestros pensamientos nos pueden llegar a provocar sentimientos que nos generan incertidumbre y con ello es inevitable sentir miedo al futuro, lo importante es tener los recursos necesarios para hacerle frente y gestionar adecuadamente esta emoción.
Con el siguiente ejercicio busco que te enfrentes al miedo que te impide avanzar, que te impide dar el primer paso para salir de tu zona de confort. Te digo con convicción que este ejercicio funciona y te puede servir mucho siempre y cuando le dediques el tiempo y la calidad que requiere de tu parte. Yo te puedo dar todas estas estrategias y herramientas, pero si tu no pones de tu parte y no le dedicas, no va a pasar nada.
(Este ejercicio lo encuentras listo para descargar en mi Biblioteca de Recursos Gratuita)
Adicionalmente quiero contarte la historia de las dos hormigas, una historia que nos hace reflexionar sobre el miedo a salir de la zona de confort, el miedo a los cambios.
Una hormiga vivía plácidamente en una montaña de azúcar. Otra hormiga vivía cerca de allí, en un montículo de sal. La hormiga que vivía en la montaña de azúcar vivía feliz, porque disfrutaba de un alimento muy dulce, mientras que la hormiga que vivía en la montaña de sal, siempre tenía una terrible sed después de comer.
Un día, la hormiga de la montaña de azúcar se acercó a la montaña de sal:
– ¡Hola, amiga!- le dijo.
– ¡Hola!- contestó extrañada la hormiga del montículo de sal- ¡Que bueno ver otra hormiga por aquí! Comenzaba a sentirme muy sola…
– Pues vivo muy cerca de aquí, en una montaña de azúcar.
– ¿Azúcar? ¿Y eso qué es?- preguntó extrañada la hormiga de la sal.
– ¿Nunca probaste el azúcar? ¡Te va a encantar! Si quieres, ven mañana a verme y te dejaré probar el azúcar.
– ¡Me parece una idea fantástica!- contestó intrigada la hormiga de la montaña de sal.
La hormiga de la montaña de sal visita a la hormiga del azúcar
Al día siguiente, la hormiga del montículo de sal decidió aceptar la invitación de su vecina. Pero antes de partir, pensó en llevar en la boca un poco de sal, por si acaso el azúcar no le gustaba. Así tendría algo que comer.
Y después de andar un poco, enseguida descubrió la brillante montaña de azúcar. En lo más alto, estaba su vecina.
– ¡Que bueno que viniste, amiga! Sube, que quiero que pruebes el sabor del azúcar.
– ¡De acuerdo!- contestó la hormiga de la sal.
Una vez arriba, la hormiga vecina le ofreció un poco de azúcar, pero como ella tenía sal en la boca, el azúcar le supo a sal.
– ¡Vaya, qué curioso!- dijo la hormiga de la sal- Resulta que tu azúcar sabe igual que mi sal. Debe ser lo mismo. Tú la llamas azúcar y yo la llamo sal.
– No puede ser- dijo extrañada la otra hormiga- Yo he probado la sal y no se parece en nada… A ver, abre la boca.
Entonces, la hormiga se dio cuenta de que tenía guardada sal en la boca.
– ¡Claro! ¡Ahora lo entiendo! Anda, escupe la sal y prueba de nuevo…
La otra hormiga obedeció y esta vez sí,el azúcar al fin le supo a azúcar.
– ¡Mmmmmm! ¡Deliciosa! ¡Es una maravilla!!- dijo la hormiga entusiasmada. Y se quedó a vivir con su nueva amiga, disfrutando del maravilloso y dulce sabor del azúcar.
MORALEJA: Si no te deshaces de aquello a lo que te aferras y que no te hace feliz, no podrás disfrutar de lo nuevo que sin duda es mejor.
Lo más difícil es abandonar tu zona de confort. Pero debes abandonar la vida con la que estás familiarizado y arriesgarte a vivir la vida con la que sueñas
En esta historia podemos ver como la ignorancia nos da tranquilidad, sin embargo, esa tranquilidad no nos da felicidad porque nos perdemos de vivir y de todas las cosas maravillosas que el vivir trae consigo.
Ojalá reflexiones con esta historia sobre qué es lo que te mantiene atada a la situación en la que actualmente vives y que no te permite salir de ahí para vivir la vida que siempre has deseado, porque para lograrlo a veces debemos desprendernos de lo que nos mantiene atados.
Si no has leído mi artículo ¿estás dispuesta a salir de la zona de confort?, te sugiero que lo leas, en el te cuento la historia de una familia muy pobre que dejó de serlo hasta que se desprendieron de lo que los mantenía en esa situación.
Si quieres algo que nunca has tenido, debes estar dispuesto a hacer algo que nunca has hecho
El miedo nos impide tener la vida que siempre hemos querido, porque nos impide tomar decisiones que implican dejar lo que nos da seguridad y tranquilidad aunque no nos de felicidad, en esta historia, el miedo no quiere que la hormiga deje su montaña de sal , porque tiene alimento, aunque le de sed y aunque no sea feliz, por miedo a perder lo que tiene. No dejes que te pase lo que a la hormiga y que el miedo no te permita ver la maravillosa montaña de azúcar que te espera.
Fuera de tu zona de confort es donde sucede la magia
Inscríbete a mi taller gratuito, en el que te daré la ruta para que empieces a amar los lunes, amando tu trabajo y tu vida. Una ruta en la que seguro saldrás de tu zona de confort para vivir en tu montaña de azúcar.
Por favor no dejes de hacer el ejercicio que te mostré al inicio para vencer tu miedo y que puedas salir de tu zona de confort sin miedo. Y no dejes de contarme qué te pareció y cómo te fue con él-
Te dejo un fuerte abrazo
