El domingo fue mi cumpleaños y lo pasé muy festejada y rodeada de cariño, he dado una vuelta más al sol y porque es algo que me encanta, en el artículo de hoy te tengo varios regalos por mi cumpleaños, entre cartas, historias, videos y preguntas que te desafiarán, ¡qué lo disfrutes!
El tiempo que se disfruta es el verdadero tiempo vivido
Septiembre es mi mes favorito, porque es el mes en el que nací. Siempre me ha gustado mucho mi cumpleaños y por fortuna con los años no ha dejado de suceder.
Este septiembre ha sido muy especial, ha traído sorpresas y retos y por supuesto mi cumpleaños, que entre otras cosas me hace hacer un recuento de cómo ha sido mi año, de lo afortunada que soy y de lo increíble que es estar viva.
Además de que uno de mis regalos favoritos es una carta de mi misma a mi misma que me escribí hace un año y en la que me deseo las cosas que tal vez ya esté viviendo, es muy bonito leer a la Sandra de hace un año con los sueños que tenía y los deseos que me doy. Te recomiendo que lo hagas. Escribirse a uno mismo es de los regalos más bonitos que te puedes hacer. Si hiciste el Reto de gratitud, estarás de acuerdo conmigo en que valió la pena (te dejo el link por si no lo has hecho y quieres hacerlo).
Una de las cosas que me di cuenta es que este año me he enfrentado a varios miedos y he retado a mi zona de confort constantemente. ¡Y me encanta! Voltear atrás y ver que me estoy acercando a los sueños que quiero, por atreverme a enfrentar a mis miedos y salir de mi zona de comodidad me hace sentir muy empoderada, capaz y feliz. Te invito a que lo intentes, como diría Eleanor Roosvelt,
Haz cada día algo que te de miedo
Otra de las cosas me trajo septiembre es mi taller gratuito en línea, en el que hablaré sobre cómo encontrar el trabajo de tus sueños y tener la vida que siempre has querido en 3 pasos. Este taller, además de emocionarme me saca de mi zona de confort, porque a mí lo que me gusta es escribir y ponerme frente a una cámara en la que además no veo a nadie, no es de mis cosas favoritas, pero me reta y me emociona. Es algo en lo que he estado trabajando por MUCHO tiempo y que tiene todo mi esfuerzo, empeño y dedicación.
No dejes pasar la vida, porque no sabes todo lo que te pierdes
Haciendo un recuento de lo que ha sido este año, esta vuelta al sol, no puedo dejar de estar muy agradecida por este blog y su comunidad, me ha permitido impactar y ayudar a más de 2800 personas ¡y sigue creciendo! Y eso me llena y me hace muy feliz.
Por otro lado, hay una historia de Jorge Bucay que me encanta y me ayuda a reflexionar sobre mis limitaciones y te la quiero compartir.
El elefante encadenado
Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal… pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca… y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía… Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.
Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás… jamás… intentó poner a prueba su fuerza otra vez…
Quiero que tú, reflexiones y escribas sobre cuáles son las estacas que han hecho
Que no intentes las cosas, ¿qué te detiene?, qué te hace pensar que no puedes. Dedícale el tiempo que sea necesario a esta reflexión.
Por último, te dejo este video, que es una bonita historia de gratitud y de como todo se regresa en la vida.
Esta entrada tiene 12 comentarios
Amo tus historias ¡! gracias
Me encanta 🙂
Hermosooo¡¡¡ que enseñanza
🙂
Me Encanto!! Salduos!
Me hace muy feliz saberlo, abrazos
Gracias Sandra !! Felicidades por tu cumpleaños
Muchas gracias Martha Elena, te mando un abrazo
Me encanta leerte para ir aprendiendo muy linda enseñanza…
Me hace muy feliz saberlo. 🙂
Gracias!muy hermoso y cierto♥️
Abrazos 🙂